Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres.
Eduardo Galeano
Yoni Dip también tiene hambre o el silencio de las tripas aborda el tema de la habitancia en calle desde la sensibilidad humana. Indaga en la injusticia social, la hambruna, el desamparo, la falta de oportunidades y el amor como fuerza motora de la familia. Coloca en cuestión la meritocracia como única visión del progreso y aporta desde la metáfora, la esperanza de cambio a partir de la transformación personal. Abre una ventana a la vida de las personas que terminan habitando en la calle por diversas circunstancias y genera preguntas sobre la responsabilidad social y humana que todos tenemos con el otro.
Una obra que indaga desde la actuación, el prejuicio, la parodia, la doble moral y el sarcasmo, la ironía, de una realidad que podría o ya tocó a nuestra puerta.
Esta obra es fruto de una investigación sobre la injusticia social y la desigualdad, recoge casos reales, documentos, fragmentos e historias de vida de situaciones de pobreza, que se enmarcan en el tema del hambre y la relación analógica del humano y la vida del perro. Es así que aunque para muchos el perro significa fidelidad y compañía, también es sinónimo de estar a la deriva, de ser un perro callejero, que lo tratan mal y que vive como los dichos populares lo manifiestan, una Vida de perros.